León XIV recibe informe detallado de ataques contra la Iglesia Católica en Nicaragua

Vaticano

El Papa León XIV recibió este jueves una copia del informe Nicaragua: Una iglesia perseguida; de la investigadora Martha Patricia Molina, que denuncia la prohibición de más de 16.500 procesiones y actos de piedad, así como más de 1.000 ataques de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia Católica.

La activista Muriel Sáenz, nicaragüense de nacimiento que huyó de la dictadura en la década de 1980 y que ahora se dedica a ayudar a los inmigrantes en Estados Unidos, fue quien entregó el informe de Molina al Papa León, en el marco de la audiencia del Santo Padre con los participantes de un congreso en el Vaticano sobre migrantes y refugiados.

“Me siento contenta de saber que mi amiga Muriel Sáenz ha entregado personalmente al Papa León XIV el estudio Nicaragua: Una Iglesia Perseguida que es una expresión de la Iglesia Católica y del pueblo nicaragüense que refleja la persecución de la dictadura sandinista en contra de obispos, sacerdotes y laicos”, dijo Molina en declaraciones a ACI Prensa.

“La represión continúa diariamente y es importante que la Santa Sede se entere que todo se está documentando”, precisó.

Martha Patricia Molina comentó también que le envió a León XIV “una carta diciendo principalmente que la Iglesia Católica de Nicaragua está en total comunión con el Papa y unidos en oración a pesar de las adversidades y la represión”.

Muriel Sáenz, fundadora de Nicaragüenses en el Mundo Texas, Inc., institución con la que ayuda a las personas a exponer sus casos de asilo ante las cortes de inmigración en Estados Unidos, dijo a ACI Prensa que también le presentó a León XIV cartas de víctimas de la dictadura, incluidos sacerdotes, y le obsequió café de Nicaragua.

“Espero que el Papa continúe con su apoyo en la denuncia mundial, ya que callar solo permite que los criminales continúen con más y más daños. Mi intención también es que el mundo se entere de lo que sucede en Nicaragua; donde los criminales que se hacen llamar a fuerzas  presidente y copresidenta tienen a todo un país –que no tiene armas para defenderse– manos arriba”, dijo la activista a ACI Prensa.

“Si uno no obedece sus absurdos requerimientos es encarcelado sin asco en condiciones infrahumanas y tratos degradantes y torturas. Los sacerdotes y personas laicas no están exentos a ese tratamiento. Estoy segura que si logramos que se vayan mañana mismo regresarían los más de un millón de nicaragüenses que están regados por el mundo”, agregó.

El sábado 23 de agosto, el Papa León XIV recibió en audiencia a tres obispos en el Vaticano: Mons. Silvio Báez, confirmado por el Santo Padre en su cargo de Obispo Auxiliar de Managua aunque está exiliado desde 2019; Mons. Isidoro Mora, Obispo de Siuna, y Mons. Carlos Herrera, presidente del Episcopado nicaragüense, exiliado en Guatemala.

“Me animó a seguir adelante con mi ministerio episcopal y me confirmó como Obispo Auxiliar de Managua. Agradezco de corazón su acogida tan fraterna y sus palabras tan esperanzadoras”, dijo sobre la audiencia Mons. Báez, que reside actualmente en Estados Unidos.

La séptima edición del informe Nicaragua: Una Iglesia perseguida fue dada a conocer el 27 de agosto, hace poco más de un mes.

Molina explicó entonces que la prohibición de procesiones se agudizó desde 2022 y la dictadura impuso esta medida en todo el país anualmente, pero el informe no considera todos los templos o capillas de las parroquias, que sólo en Managua son 400.

“Entonces la cifra que presenta el estudio podría ser por lo menos tres o cuatro veces mayor de lo que se está registrando”, advirtió.

En entrevista con EWTN Noticias, Molina explicó que en lo que va de este año 2025 sólo se han registrado 32 agresiones de la dictadura contra la Iglesia, una cifra que podría ser mucho mayor, considerando que el control de la dictadura Ortega-Murillo se incrementa cada vez más.

“Las vigilancias son permanentes a los sacerdotes y obispos. Algunos de ellos hasta son perseguidos 24 horas”, dijo Molina entonces y agregó: “las reuniones de clero que hacen los obispos con los sacerdotes permanecen constantemente vigiladas por la policía donde llegan a tomar fotografías y videos a los religiosos que asisten” y las fuerzas orteguistas “se tienen que enterar absolutamente de todo lo que se hable en estas reuniones”.

[Texto publicado originalmente en ACI Prensa]